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Los regatistas esperan volver a sentir la competición. FOTO: NPL

El duelo entre los dos grandes sigue abierto, puesto que no se ha podido completar la segunda ronda que aún está pendiente de concluir. El viento, a pesar de que ha entrado a primera hora de la tarde, un Levante de entre 10 y 12 nudos, no era lo suficiente estable para iniciar una prueba de la trascendencia de una final, en la que los dos máximos aspirantes, Björn Dunkerbeck y Antoine Albeau, se lo juegan casi todo en este Gran Premio Cataluña- Costa Brava.

El resto de integrantes en la parrilla de esta final también se juegan mucho. Los que han llegado a la final de la vuelta son el estadounidense Micah Buzianis, el británico Ross Williams, los tres hermanos Moussilmani, el francés Julien Quentel y el italiano Alberto Menegatti. Todos han estado pendientes del viento, porque aspiran a puntuar fuerte en esta ronda. De hecho, el propio duelo entre Björn Dunkerbeck y Antoine Albeau puede meter a ambos regatistas en una lucha personal de la que puede resultar beneficiado el resto de corredores en la parrilla.

Calma tensa en la playa del Camping la Ballena Alegre a lo largo de la interminable espera para salir al mar. Todos desean vivir esta final, los muchos aficionados que han llegado hasta allí y los propios regatistas. Las expectativas son grandes, no en vano es un duelo que ha alcanzado el clímax de un verdadero derbi entres los dos más grandes del windsurf.