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La Escuela de Vela Adaptada de CajaCanarias reanudó el pasado 7 de noviembre sus clases. Este año, las sesiones se impartirán en el Centro Insular de Deportes Marítimos de Tenerife (CIDEMAT), de miércoles a viernes en horario de mañana. La actividad se prolongará hasta el verano y se espera que un centenar de personas se beneficien de la misma.

Un año más, con esta iniciativa puesta en marcha por CajaCanarias y la Federación Insular de Vela de Tenerife se pretende conseguir que los alumnos con discapacidad disfruten y se diviertan en el mar, además de fomentar así la integración social de este segmento de población. La práctica de vela les potenciará, asimismo, las cualidades de convivencia y les generará numerosos beneficios. Los alumnos desarrollarán la fuerza física, la movilidad y el equilibrio.

Hasta el momento, se han apuntado las asociaciones Probosco, APANATE y el Centro Ocupacional de El Tablero, aunque no se descarta que se inscriban más grupos en los próximos días. En total hasta el momento hay inscritas 35 personas que recibirán las clases en grupos de cinco.

Todos los monitores que impartirán las clases cuentan con la formación necesaria para dar estas sesiones a personas con discapacidad; esta formación la recibieron través de la Escuela de Vela Adaptada Timberland, que se encuentra en la localidad catalana de Sitges, dirigida por Montserrat Renom, una de las más importantes del país. Además, también han recibido formación de la ONCE para trabajar con personas invidentes.

Las embarcaciones que los instructores emplearán para impartir la enseñanza serán los Raqueros, cedidos por el CIDEMAT, donde los alumnos van acompañados por el monitor; y los GOS 16, que son barcos de vela adaptada que el centro posee de nueva adquisición y que están incluso preparados para la competición. La embarcación 2.18 GOS resulta muy técnica y en ella el alumno deberá ir solo, puesto que los monitores guiarán y darán las instrucciones pertinentes al deportista desde una zodiac.

Desde la Federación recalcan la importancia de la aportación de CajaCanarias, ya que la organización de estos cursos tiene una serie de gastos adicionales como el traslado de los alumnos y el acondicionamiento de las instalaciones al objeto de eliminar barreras arquitectónicas.