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Jordi Calafat y su familia, en el zoo de Singapur. FOTO: Rick Tomlinson/Volvo Ocean Race

Jordi Calafat es uno de los componentes del Equipo Telefónica que han decidido despedir el año en Singapur junto a su familia. Su esposa y sus cuatro hijos están logrando que el mallorquín desconecte de la regata y cargue las pilas de cara a las dos duras etapas que tiene por delante. "No debemos olvidar que la próxima etapa va a ser muy dura, con mucho rumbo de ceñida y temperaturas extremadamente bajas; después una etapa de 35 días... Tenemos que estar preparados; llenar el tanque y estar listos, mental y físicamente”, apunta Calafat.

Campeón olímpico de 470 en Barcelona 1992, campéon de Americas Cup con Alinghi, y trimmer y caña del Telefónica Azul en esta Volvo Ocean Race, Calafat se toma estos días como una recarga de baterías, consciente de lo exigentes que serán las próximas etapas: entre Singapur y Qingdao, y entre Qingdao y Rio de Janeiro. “Por primera vez he podido desconectar del trabajo”, continúa. “De hecho, mi mujer me quitó el portátil y básicamente ¡no sé dónde lo tiene escondido!... Reconozco que paso alrededor de una hora al día revisando información de la última etapa pero, para ser honesto, esta semana no he hecho prácticamente nada. De vez en cuando tienes que desconectar completamente y no pensar en el trabajo”, añade.

Todos los que han competido en la tercera etapa entre Cochin y Singapur coinciden en que ha sido una navegación muy exigente a pesar de ser la más corta de las tres que se han disputado hasta ahora. Jordi Calafat valora especialmente la importancia de este descanso: “Creo que después de una etapa tan dura como esta última, todos necesitábamos tiempo para desconectar. La parada de Ciudad del Cabo fue bastante estresante por la cantidad de cosas que teníamos que hacer; la de Cochin igual, y después ha tocado una etapa que, aunque no era muy larga, resultó muy intensa. Los últimos cuatro días fueron bastante agotadores, como una regata Barlovento/Sotavento pero sin descanso. Afortunadamente ganamos la etapa y nos podemos tomar las Navidades un poco más tranquilas y relajadas; la verdad es que conviene relajarse un poquito y pasar tiempo con los nuestros”.