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Salida de la Regata desde la bahía de Las Palmas de Gran Canaria. FOTO: NPL

Las embarcaciones Jilorio, de Laureano Romero, y el Cendro, de Miguel Ángel Medina, consiguieron adjudicarse este fin de semana la tradicional regata La Piñatita para la clase crucero, competición consistente en navegar desde la isla de Gran Canaria a Tenerife y vuelta nuevamente a la isla de Gran Canaria.

Un total de 14 embarcaciones partieron el pasado viernes de aguas grancanarias rumbo a la isla tinerfeña y aunque la previsión metereológica establecía vientos de entre 12 y 15 nudos de intensidad, la realidad fue que la flota tuvo que navegar con vientos de 25 nudos, con rachas de algo más, a las pocas horas de partir de Gran Canaria, lo que propició que las primeras embarcaciones consiguieran realizar las 52 millas náuticas antes de cumplirse las siete horas de navegación.

La primera embarcación en llegar en tiempo real en el grupo ORC A fue el Santi, de Santi Ceballos, con un registro de seis horas, treinta y seis minutos, lo cual no fue suficiente para que este First 44.7 doblegara a la embarcación Cendro de Miguel Ángel Medina, un Dehler 39 DK que se anotó claramente la victoria en la general, ya que tras el cálculo del tiempo compensado le sacó al de Santi nada más y nada menos que treinta minutos y treinta y dos segundos. De esta manera, el Cendro quedaría primero, seguido del Santi y del Vemotor, este último de Francisco Naranjo, un X-43 que llegó a Tenerife a treinta y dos minutos y cuarenta y cinco segundos del ganador en tiempo compensado.

En el otro grupo de la prueba, el ORC C, la victoria clara fue para el Jilorio de Laureano Romero, un Dufour 34 que hizo la regata en ocho horas y casi siete minutos en tiempo real, embarcación del Real Club Náutico de Gran Canaria que conservó la victoria tras compensar los tiempos, seguido del barco de Fernando Ojeda, el King Edward, un Oceanis 435 que quedó a casi trece minutos del Jilorio. En la tercera posición entró por línea de llegada el Amanay de Fernando Jiménez, un Oceanis 39 I que llegó una hora más tarde que el ganador.

Cabe destacar que prácticamente toda la travesía la flota navegó con vientos que entraban a 90 grados, lo que hizo que las tripulaciones tuvieran un destacado trabajo al navegar con la vela spinnaker, con rachas que llegaron a los 28 nudos de intensidad real.

Una vez concluida la primera prueba, los regatistas tuvieron libre la jornada del sábado, momento en el que los clubes organizadores, los  Real Club Náutico de Tenerife y de Gran Canaria, previeron una excursión por la isla tinerfeña, acto anterior al regreso de la flota a Gran Canaria prevista para la jornada del domingo.
Ya en línea de salida, los barcos se enfrentaron a un campo de regatas irregular y con apenas presencia de viento. La prueba transcurrió con cierta normalidad hasta millas antes de enfilar la Isleta en Gran Canaria, en donde la flota se quedó literalmente colgada sin viento alguno, por lo que antes estas condiciones las embarcaciones se fueron retirando a medida que observaban que no llegarían a la línea de llegada antes del tiempo límite establecido para la prueba, a las 21:30 horas.

De esta manera, la clasificación de La Piñatita quedó tal y como estaba tras la primera jornada, es decir, con las respectivas victorias en sus clases del Cendro y del Jilorio.