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Un instante de la llegada a Rio del Telefónica Azul. FOTO: Marí­a Muiña / Equipo Telefónica

Fue una llegada típica en lo que va de semana. Casi 43 días de etapa no eran suficientes, así que tan pronto como el Telefónica Azul se aproximó a puerto el viento decidía jugarle una mala pasada. Cayó en picado y el avance del barco español hacia la línea de llegada en la bahía de Guanabara se ralentizaba. Una montaña rusa de subidas y bajadas de viento. Si bien hacia la 01:00 de la madrugada en España, el barco que patronea el campeón olímpico Íker Martínez, estaba a 7 millas de la llegada con una velocidad de 10 nudos; a las 4:20 horas restaban 4 millas y había 1 nudo de viento. Un final no apto para cardiacos.

"El final ha sido el típico aquí en Río, que no hay viento. Sabíamos que si llegábamos de día podíamos entrar sin tanta agonía, como lo hicieron los Dragones, y si llegábamos de noche se acaba el viento y en fin, lo que hemos visto… Hace 5 horas que estábamos ahí delante…", comentaba el campeón olímpico Xabi Fernández, visiblemente más delgado.

Fue finalmente a las 04:55 GMT, cuando el Telefónica Azul daba por finalizada oficialmente la etapa más larga de la historia de la Volvo Ocean Race tras 42 días, 22 horas y 55 minutos de épica etapa. Un camino nada fácil en el que el ESP-12 se ha encontrado con todo tipo de situaciones.

Colisión con el fondo en la salida

Antes de comenzar la etapa, una colisión contra una piedra, no señalizada en las cartas náutica digitales e impresas, en las inmediaciones de la línea de salida de Qingdao (China), obligó al Telefónica Azul a retornar a puerto para inspeccionar los posibles daños. Sin duda, un momento que para muchos de los tripulantes condicionó en gran medida el resto de la etapa.

Tras un exhaustivo chequeo de la quilla y el bulbo, el barco español comenzaba esta quinta etapa con 19 horas de retraso sobre la flota –por lo reclamarán una reconsideración de su tiempo invertido al jurado–.

Alcanzando las Islas Fiyi

Desde la primera milla los hombres del Telefónica Azul se propusieron el objetivo de intentar cruzar la primera meta volante, el 36º Sur, casi en Nueva Zelanda, lo más cerca posible de la flota. Tras pasar las paradisíacas Islas Fiyi el objetivo no sólo estaba cumplido, sino que al llegar a la meta volante ése se superó al poder sobrepasar ya a uno de los barcos de la flota, el barco chino-irlandés Green Dragon. A partir de ahí el buen rendimiento del Telefónica Azul, en una apuesta inicial por un rumbo Sur, llegó incluso a situarse a la cabeza de la flota, una posición inimaginable casi 20 días antes cuando partieron de China con casi un día de retraso.

Avería del estay de proa

Cuando todo parecía que sería una lucha por una táctica entre el barco español, el situado más al Sur, y el barco nórdico Ericsson 3, la embarcación posicionada más al Norte de toda la flota con rumbo Este a Cabo de Hornos, una avería en el estay de proa sufrida el día 5 de marzo obligó al barco español a tener que cambiar sus prioridades y anteponer la seguridad del barco y la tripulación a la velocidad.

Pese a ello, día a día, y sin disponer de estay de proa, el Telefónica Azul fue mejorando su rendimiento sin desvanecer y tras cruzar el mítico Cabo de Hornos con casi 800 millas de desventaja se marcó un nuevo objetivo: acercarse lo máximo a la flota para poder llegar cuanto antes a Río de Janeiro.

A la caza de los Dragones

Tanto fue el empeño de la tripulación española que frente a la costa uruguaya llegaron a situarse a menos de 50 millas del Green Gragon y después de una incesante persecución a través del Atlántico Sur hacia Río, el barco chino-irlandés cruzó la línea de llegada con poco más de 30 millas de ventaja sobre Telefónica Azul, que finalizó la etapa a menos de nueve horas de su antecesor tras sufrir una encalmada de cinco horas frente a la playa de Copacabana, antes de entrar por la bahía de Guaranaba rumbo a Marina da Gloria, épico final de las 14.000 millas del Telefónica Azul en esta quinta etapa de la Volvo Ocean Race.

Próximo objetivo: ganar la siguiente etapa

Nada más amarrar en puerto el equipo de tierra se ha puesto manos a la obra. El objetivo está claro: prepararse al cien por cien para la cuarta regata costera de la Volvo Ocean Race que se celebrará el próximo 4 de abril en la ciudad carioca y para la etapa entre Río y Boston que comenzará en dos semanas.

"Ahora hay que pensar en la semana que viene, tirar para delante y pensar en la siguiente competición. Descansar y preparar todo para el sábado que viene: arreglar el barco, ponerse fuertes y seguir para delante", afirmaba el patrón Íker Martínez.

CLASIFICACIÓN ETAPA 5
QINGDAO (CHINA) – RÍO (BRASIL)
1º Ericsson 3 (Suecia)
2º Ericsson 4 (Suecia)
3º Puma (EE.UU)
4º Green Dragon (Irlanda/China)
5º Telefónica azul (España)
Telefónica negro (España), DNS
Delta Lloyd (Holanda), DNS
Team Russia (Rusia), DNS