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El año pasado, la grancanaria Nayra Alonso y la sevillana Silvia Alba fueron las dos grandes ausentes dentro de la categoría femenina del Campeonato del Mundo de Windsurf de la PWA. Su ausencia se notó sobre todo en la prueba de Pozo Izquierdo donde siempre han tenido brillantes actuaciones. Ambas aparcaron su vida deportiva por un cambio en su vida personal, ser madres. El pasado 19 de octubre nacía Darío, hijo de Silvia, y el 3 de noviembre lo hacía Lilí, la hija de Nayra. Desde hace ocho meses disfrutan de esta nueva experiencia, aunque no han dejado de lado su gran pasión por el windsurf. Por eso han decidido competir este año en Pozo Izquierdo, disfrutando de un experiencia única en una prueba que conocen al dedillo, donde estarán arropadas por sus amigos y compañeros de competición.

En ambos casos van con otro talante al agua, porque saben que físicamente no están al cien por cien y no han podido entrenar lo suficiente. “Es una toma de contacto para ver cómo me encuentro”, reconoce Silvia, “porque me noto que tengo cierto déficit de fuerza. Eso hará que tire más de la técnica”. Para Nayra lo más difícil será “meterme mentalmente en la competición. Tengo la cabeza en otro sitio y, como todavía estoy dándole el pecho a la niña, noto que no me he recuperado del todo”.

El apoyo de sus parejas, Justo Carrasco y John Skye, será vital para poder competir relajadas. Eso sí, cuando entran al agua aseguran que desconectan: “Cuando estaba embarazada pensaba que me iba a costar más, pero no ha sido así”, reconoce Nayra, que ahora disfruta mucho cuando navega, “porque solo lo hago cuando realmente puedo, sin estrés ni prisas”. En el caso de Silvia, “si noto que voy con más cabeza. Tengo que tener cuidado porque tengo un niño que cuidar”.

Su máxima preocupación es quizás no quedar muy atrás en la clasificación, aunque no sienten la presión de antes. Si están un poco nerviosas por empezar la competición, pero nada más. “Vengo por la experiencia, para estar con los amigos y, para el día de mañana, contarle a mi hijo que estuvo aquí con 8 meses durante un Mundial”, asegura Silvia. “Es Pozo Izquierdo, mi prueba”, reconoce Nayra.

Están muy felices en su nuevo mundo y disfrutando con la experiencia de la maternidad, pero no han podido dejar de lado el windsurf. Tienen ganas de que tanto Darío como Lilí crezcan para “compartir este deporte con ellos”, aseguran. Esta semana estarán entre el carrito y la tabla, entre su vida de antes y el futuro, pero una vez en el agua volverán a mostrar el alto nivel que las ha llevado a estar siempre entre las cuatro mejores del mundo.

El martes, jornada de inscripciones

La primera jornada del Gran Canaria Wind and Waves Festival comenzará este martes, 9 de julio, con el registro de los competidores desde las diez de la mañana en la carpa instalada en la playa de Pozo Izquierdo, centro neurálgico del campeonato. La visita de los representantes de las instituciones públicas que patrocinan el evento, Cabildo de Gran Canaria, Gobierno de Canarias y Ayuntamiento de Santa Lucía, así como de los patrocinadores privados, Campofrío, Coca Cola, Volkswagen Comerciales y Hotel Meliá Tamarindos, dará paso la tradicional foto de familia de todos los competidores.

A continuación, si las condiciones son adecuadas, dará comienzo la competición con la celebración de los triales, primeras mangas que servirán de clasificación para aquellos regatistas que no están clasificados directamente por ranking. En total hay doce competidores que se jugarán seis plazas que quedan por ocupar.