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El Cavalier mantuvo la supremacía que adquirió en la primera jornada de la XXIV edición del Concurso de Pesca de Altura de Puerto Rico, y sus dos Blue Marlin le dieron el triunfo final de esta edición.

La segunda jornada, la del viernes, sería la que definiría el podio final, Cavalier, patroneado por Hafid Oualiti, y Baraka, con Victor Naranjo, mantuvieron sus puestos de cabeza, y el Century II, de Juan Ramón Morán, se haría con el tercer puesto. El Faelo, con un segundo Blue Marlin registrado el mismo sábado, se quedaría en cuarto lugar, desbancando de esa posición al Opa Locka.

Cavalier fue premiado con una estancia para dos personas durante una semana en el Gran Hotel Igramar, carrete Penn Internacional de 130 lb, premio Puerto Rico SA y placa JJ Holmes.

Cada uno de los tres siguientes clasificados recibieron una caña y carrete Penn Internacional de 80 y 50 lb respectivamente, y un carrete de 50lb y dos velocidades Grauvell.

En esta tercera jornada no hubo la misma suerte que en las dos primeras, y los lances se saldaron con pocos marcajes, siendo mucho menores también las pegadas que no materializaron en marcajes.

Para las tres tripulaciones ganadoras, lo igualado de los resultados ha dado un interés especial a la competición. La suerte de haber marcado primero en la jornada del jueves ha terminado siendo definitivo para que pudieran conseguir el título en esta XXIV edición.

Este Concurso de Pesca de Altura es una cita tradicional entre los amantes de la pesca de los diferentes puertos, y no sólo de Gran Canaria, ya que en esta edición han acudido al certamen desde La Gomera, Tenerife y Málaga.

La noche, con la entrega de galardones, fue el escenario para revivir lo pasado en estas 72 horas de concurso.

En total, 14 de las 37 embarcaciones que se inscribieron en esta XXIV edición han tenido la oportunidad de marcar alguna pieza de Blue Marlin, aunque del ambiente a lo largo del todo el torneo se desprende que la práctica totalidad de las embarcaciones están dispuestas a repetir experiencia en la edición de 2010, en la cual se cumplirán las bodas de plata del concurso.

Para todos, el que prácticamente nunca se suba al barco una pieza y que todos cuantos compiten en esta modalidad se esfuercen por asegurarse que los Blue Marlin marcados son soltados en condiciones que garantizan al máximo sus niveles de supervivencia, le da un atractivo especial a este tipo de competiciones.