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La quinta etapa del Jetraid Brasil 2009 ha sido la más espectacular de esta edición. Con la llegada a Jabaquara, refugio de piratas en el siglo XIV y XV, la carrera se ha vuelto loca. Pastorello sigue siendo en el mejor y nadie parece capaz de destronarle. Entró primero en la línea de meta seguido de un impresionante Marco Antonio Vivanco que, en una de las etapas más rápidas de este Jetraid, voló con su Kawasaki para agarrar la segunda plaza de la etapa, la primera de la general de F2 y la tercera de la clasificación general.

En la meta, después del francés y el español, entró el brasileño Casarini, que cada jornada demuestra ser un gran piloto con un estilo muy particular y una fe ciega en sus posibilidades. De hecho, en F1 es el único que puede plantarle cara al todopoderoso Pastorello. En esta categoría, el francés Carlier llegó a Jabaquara en cuarta posición mientras que la pareja formada por Moss y De Wispeleare lo hicieron en la quinta.

La etapa reina

La sorpresa de la jornada fue la rotura de la Yamaha de Amador Ferrer. El piloto de San Pedro del Pinatar quedó varado a la altura de Ponta de Boi, debido a un problema eléctrico que le impidió arrancar el motor. Ferrer tuvo que ir remolcado desde el mencionado faro brasileño hasta la isla a pesar de intentar reparar la moto hasta el último momento, perdiendo así todas las posibilidades de puntuar. Eso, unido a la gran etapa de Marco Antonio, le arrebata el primer puesto en F2 en detrimento de la pareja murciana.

La etapa del viernes será clave para la resolución de este Mundial, puesto que es una etapa de control de consumo en la que un error puede costar muy caro. Tras una dura etapa de navegación que unirá Jabaquara con Perequé, cada piloto tendrá que controlar el consumo de gasolina y la velocidad de su moto. El combustible que se recarga antes del comienzo es el justo para cubrir la etapa sin llevar a tope la máquina. Si el piloto se queda sin gasolina, llevará diez litros para repostar, pero será sancionado con cinco puestos en la general.
Cabe recordar que el año pasado, en Perú, Ferrer y Vivanco perdieron las opciones de ser primeros en el Jetraid tras quedarse sin gasolina a 200 metros de la playa.

El otro Jetraid

La carrera de aventura más espectacular del mundo de la moto de agua deja otras anécdotas dignas de un thriller de terror. La llegada a Jabaquara fue espectacular, aunque había algo más: un auténtico ejército de mosquitos borrachudo que atacó sin contemplaciones a la caravana del Jetraid. La noche de campamento en una playa de piratas era algo que todo el mundo esperaba, aunque se convirtió en una auténtica odisea.

Incluso pilotos como Moss o Sylvaine, sufrieron más ataques que los demás y sus piernas eran un auténtico poema. El trance fue más duro si cabe para pilotos como Tomás Rosillo. El cartagenero afincado en Almería ha tenido que dejar la prueba. Competía en F2 con el uruguayo Enrique Almanza hasta que éste decidió abandonar el Jetraid por la dureza de la prueba. Las consecuencias fueron duras para Rosillo que quedaba fuera de carrera por culpa de un piloto no preparado para esta competición que mezcla riesgo, aventura y mucho coraje. Rosillo volverá el año que viene con su propia moto.