Pesca deportiva

El XVII Torneo Internacional de Benalmádena se decidirá en la última jornada

20-08-2010 :: NAVEGANDOPORLASISLAS.COM
El XVII Torneo Internacional de Benalmádena se decidirá en la última jornada
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Imagen de algunas de las capturas de la primera jornada. FOTO: NPL
El XVII Torneo Internacional de Benalmádena se decidirá en la última jornada
Imagen de algunas de las capturas de la primera jornada. FOTO: NPL

El tradicional Torneo de Pesca de Altura que organiza el Puerto Deportivo de Benalmádena logró superar la cifra de 25 barcos inscritos, mejorando de esta forma la participación de los dos últimos años aunque algunos barcos nuevos tuvieron que cubrir el hueco que dejaron barcos y tripulaciones carismáticas que siempre fueron fieles a la cita. Y es que, después de 17 años, este torneo es un punto de encuentro entre viejos y nuevos amigos, por eso se ha echado de menos a algunos patrones y tripulaciones.

Aun a pesar de las ausencias, la 17ª edición consecutiva de este prestigioso torneo contó con la participación de 28 embarcaciones, reuniendo a un total de 120 deportistas. Por delante tenían 23 horas de pesca divididas en dos mangas, que se iban a celebrar entre el viernes y el sábado de esta penúltima semana de agosto.

A partir de las 8:00 horas de este viernes, empezó la competición. No en vano cuatro viajes a Senegal y dos motos Minelli estaban buscando dueño, además de otros premios de gran valor. A las 8:30 horas estaban fuera casi todos los barcos, muchos rumbo a las 20 y 30 millas, en busca de listados de medida y alguna llampuga o dorado que sirviera para encabezar la clasificación a la pieza mayor.

En cuanto al clima, amaneció despejado, seco y cálido, con la mar rizada o como una balsa según las zonas. Aguas cristalinas y azuladas, además de cálidas, marcaban la acción, y así la estrategia estaba más o menos establecida: probar a partir de las tres o cinco millas con toda clase de jerkbaits, wobblers, minnows y longbill minnows de mediano tamaño, al menos hasta llegar a la zona de guerra, y siempre en busca de algunos dorados, y luego cambio de al menos cuatro muestras por plumas ligeras o pequeños teasers, pensando ya en los listados y albacoras, probando también en algunos casos con un kona head de medida acorde a lo gustos del marlin blanco, presentes en la zona aunque no en la cantidad que todos quisiéramos, y sin olvidarse de la siempre sorprendente aguja imperial.

La alarma sonó bastante pronto y corrió a cargo de Jesús Jiménez, patrón del Barracuda, que logro clavar y vencer a un dorado de medida justa, pero válida, sobre todo para alentar al resto de la flota, ya que minutos después se animaba el torneo, pues llegaron nuevos combates desde el Embrujo y el Macumar Dos, sumándose el Canela Uno, el Christian One, y el Salamora. Hubo actividad, pero lo cierto es que las cosas eran algo inciertas cuando se hablaba del peso, asegurando muchos de los patrones que los listados podían oscilar 100 gramos arriba o abajo, justamente el porcentaje que suele darse cuando se pesa un pez de medida justa con el barco a merced del oleaje.

A mediodía la mayoría de las escasas capturas que se consiguieron continuaban siendo inmaduras, aunque llegaron varios dorados que daban la talla de largo. Más tarde, sobre las 16:00 horas, el balance de piezas válidas volvía a cargar sobre las llampugas o dorados toda la responsabilidad de ambas clasificaciones. A esa hora se contabilizaban siete dorados, uno de ellos de buen peso según Jesús, del Barracuda. En cuanto a los listados, sumaban 16 en total, pero era seguro que muchos de ellos no iban a contabilizar, aunque tampoco penalizarían, siempre y cuando pesaran algo más de 2,700 kilogramos.

Finalmente se acercaba la hora de volver a puerto y las noticias seguían sin grandes cambios. Por otra parte, el pesaje se iniciaría a partir de las 19:00 horas, contando nuevamente con la presencia de varios técnicos del Instituto Español de Oceanografía, encargados de pesar, medir y estudiar las capturas, tomando muestras de sus estómagos para ver qué comían. Por último, hubo sorpresas y la clasificación a la pieza mayor quedó encabezada por Antonio Lozano, patrón del Carihuela, que llegó con dos albacoras, una de 15,650 kilos y otra de 15,250, acaparando la otra clasificación con 30,900 kilos. Pero quedaba otra manga, la de este sábado, que resultará definitiva.


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