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La noticia de que varias `manchas´ o concentraciones de túnidos habían sido vistas en las aguas circundantes a Gran Canaria hizo que muchas embarcaciones, practicantes habituales de la pesca deportiva de altura con base en el sur de la isla de Gran Canaria, decidieran probar suerte con los atunes este pasado fin de semana.
 
Con una excelente previsión meteorológica y temperatura del agua a 20ºC, más de una veintena de barcos se hicieron a la mar, prácticamente todos con material medio - pesado y cebos destinados específicamente a patudos, albacoras y rabiles, que eran las especies observadas en varios puntos del litoral grancanario. Pese a que las condiciones reinantes eran óptimas, con gran cantidad de `bolas´ de peces pasto y un número inusitado de delfines y aves marinas dándoles caza, los túnidos hicieron honor, una vez más, a su merecida fama de ser animales esquivos y de rápidos desplazamientos, pues las pocas embarcaciones que consiguieron alguna pieza digna de mención lo hicieron a una distancia de la costa superior a las 20 millas.

La gran mayoría de patrones optó por quedarse en una zona situada entre los 1.000 y los 2.000 metros de profundidad, donde delfines y pardelas daban signos de gran actividad. Tan sólo algunas picadas de listados, presentes en aguas canarias todo el año, rompieron la monotonía de la navegación al curricán.
 
En fin, una jornada en la que, si bien no se lograron grandes piezas, sirvió para poner a punto barcos, equipos y pescadores con vista a la ya próxima llegada a las Islas de nuestras piezas `reinas´, nuestros ansiados marlines azules.